domingo, 11 de julio de 2010

Prueba de Guitarra: Fender Telecaster Classic Player Baja

Presentación

La guitarra viene presentada en una caja de cartón, bastante anónima y que recuerda mucho a cómo vienen las guitarras importadas de Asia, lo que, en principio, me creó reservas sobre el instrumento que encerraba la caja.

A diferencia de las guitarras asiáticas, la funda está acolchada y protege suficientemente bien la guitarra, aunque no entiendo esta tendencia... ¿tanto se ahorra con una funda rígida?, puedo comprar fundas rígidas de cierta calidad por unos 30 Euros y, seguro que a un fabricante de guitarras de la talla de Fender, le salen aún más baratas. Sigo sin entenderlo.

La guitarra tiene el color butter (mantequilla), que permite ver ligeramente la veta de la madera.
Los clavijeros son tipo vintage (versión moderna), tipo cluson, algo que, a mí particularmente, no me acaba de hacer gracia. Prefiero los clavijeros más modernos, mucho más estables en la afinación, mucho más precisos y, con mayor sustain.

El mástil tiene una ligera forma en V y, es bastante grueso, a medio camino entre una Fender Stratocaster y una Gibson LP del 50. Es bastante "bate de baseball" pero, mucho más cómodo que los gruesos mástiles de las LP o de las PRS.

El acabado general de la guitarra no tiene nada que envidiar a sus "hermanas mayores", las american standard. Trastes medio-jumbo, no demasiado altos, no demasiado bajos.
Las silletas del puente son de bronce, con perfil cilíndrico y superficie lisa, en vez de los típicos tornillos de las viejas Telecaster. Teóricamente, debiera beneficiar al sustain de la guitarra.

Al parecer, las pastillas que monta la Baja han sido diseñadas específicamente para esta guitarra y, no están disponibles sueltas.

El ajuste de fábrica es óptimo. No he necesitado ajustar la entonación, ni tan siquiera la altura de las pastillas. Los trastes están bien pulidos y son cómodos. El mástil de arce barnizado es realmente cómodo y rápido. La anchura del diapasón es muy cómoda, con la separación justa entre cuerdas.


Sonido

¡Monumental, fantástico, enorme, maravilloso!. No tengo suficientes epitetos para valorar la calidad del sonido de esta guitarra. En mi opinión (y en la de mi amigo), la mejor compra de guitarra que he hecho en mi vida. Es una guitarra que suena como una de 2000 EUR, costando menos de 600. Una auténtica joya.

El cableado incluye un interruptor de 4 vías y un interruptor push/push (switch S-1) en el botón de volumen.
Las combinaciones estándar (S-1 arriba) son:

  1. Mástil en serie con Puente (en fase)
  2. Mástil
  3. Mástil en paralelo con Puente (en fase)
  4. Puente

Con el S-1 abajo, sólo cambian las dos posiciones que incluyen ambas pastillas:

  • Mástil en serie con Puente y fuera de fase
  • Mástil en paralelo con Puente y fuera de fase

Estas 6 combinaciones dotan de una versatilidad fabulosa a esta guitarra que, ya suene suficientemente bien con las 3 combinaciones típicas.

Es sorprendente que, montando dos pastillas simples, ofrezca un buen nivel de salida y un buen sustain. El sonido se siente lleno y rico en contenido de frecuencias.

Aunque, por defecto, las dos pastillas se combinan en paralelo y en fase, prefiero las pastillas en paralelo y fuera de fase, donde se obtiene ese delicioso sonido tan propio de las Telecaster. Esa posición es una auténtica joya sónica.
Sin embargo, cuando las dos pastillas están en serie, las prefiero en fase, aunque la opción fuera de fase nos brinda el sonido típico Peter Green, muy útil para cierto tipo de blues.

¡Hay quien dice que una Telecaster no puede hacer Rock!. Sin duda, no habían probado esta guitarra sonando por el canal verde (classic/crunch) de un Marshall DSL50, con un Hudson Electronic Stroll On (clon del Tone Bender MKII, con transistores de germanio Mullard OC81) y un Xotic EP booster (que emula la etapa de ganancia de un Echoplex). Es una combinación ganadora.

Mástil en paralelo y fuera de fase con la pastilla del Puente es la posición donde se construyeron las Escaleras al Cielo y, donde la grandeza de la Telecaster brilla con luz y personalidad propias.

Con la Telecaster se obtienen unos agudos cortantes e hirientes pero, sin que lleguen nunca a resultar extremadamente chillones o molestos; unos agudos que no son obtenibles con la Stratocaster.
Posiblemente, los graves de la pastilla del mástil sean mucho más complejos en la Stratocaster, con un sonido más madera y tubular, mientras que la Tele suena más blusera.

Los limpios son preciosos, mucho más cristalinos y luminosos que en una Stratocaster.


Acción

Este era el aspecto que más temía. Recuerdo haber tocado una Telecaster de un amigo, muchos, muchos años atrás y que, me pareció una guitarra extremadamente dura, de forma que la Stratocaster me parecía cosa fácil. Ese recuerdo siempre me ha mantenido alejado de las Telecaster, pensando que era un guitarra que no podía dominar.

Un año atrás, probé la Telecaster del 52 de otro amigo y, en cuanto seleccioné la posición del medio y probé Stairway to Heaven, me quedé enamorado. He tardado un año en decidirme, porque no quería gastarme demasiado dinero en una guitarra que, sin duda, no iba a ser mi número 1.

La acción me ha sorprendido gratamente. Mis manos tienen dedos cortos y gordos, así que mástiles demasiado voluminosos me provocan serias dificultades. No puedo abrazar el mástil si intento juntar el pulgar con el índice y, ésto afecta a acordes que requieren el dedo gordo en los bajos (a la Hendrix).
Fuera de este tipo de acordes, el mástil es rápido, preciso y con el espacio justo entre cuerdas.
La distancia entre cuerdas permite tanto bendings extremos como  bendings dobles (dos cuerdas a la vez), algo que cuesta en guitarras con el diapasón más ancho.

El diapasón de 9.5" de radio es un buen compromiso para todos los estilos. La suave V del mástil resulta muy cómoda para tocar y, sin duda, se ha convertido en mi forma de mástil predilecta. Creo que se ha encontrado el punto de equilibrio entre los perfiles C modernos y los bates de baseball de Gibson.

Los trastes están bien pulidos y, no se engancha ningún dedo en ningún traste. Recorrer el diapasón resulta muy cómodo.


Conclusión

Una guitarra que suena como una de 2000 EUR por el precio de 600. No te dejes engañar por su procedencia (Méjico). Es una guitarra como la copa de un pino. Un instrumento de enorme calidad, con un sonido impresionante y una gran personalidad.

Posiblemente la mejor compra de guitarra que he hecho en mi vida (aparte de la Prestige Heritage). Tal y como viene de fábrica suena increíble.

Como soy un culo inquieto, me encantará probar unas Barekuckle Black Guard Staggered 55, en vez de las pastillas originales (creo que el sonido será entonces simplemente orgásmico), aunque quiero que quede muy claro que NADIE necesita realmente sustituir las pastillas originales, que suenan de muerte.Tan solo busco ese plus que convierte un sonido excelente en un sonido fuera de serie.

Mi consejo: cómprala tan pronto como te sea posible. Mi sospecha es que estas guitarras desaparecerán de la circulación pronto. Son tan buenas que van a afectar seriamente la venta de sus hermanas mayores, las americanas y, eso significa un montón de dinero que pierde Fender...


Video

Dejo aquí un video con la Telecaster en su primer día de prueba. Por desgracia, no grabé ningún sonido limpio (queda pendiente para otra ocasión), que suenan de muerte pero, como podrás ver, tiene una preciosa voz, muy negra para el Blues.